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Enseñar matemáticas de una manera lúdica y entretenida ayuda a promover los resultados del aprendizaje y evita el “temor” hacia esta materia de parte de los niveles de Transición (Pre Kínder y Kínder). Esa es una de las conclusiones que llegó un estudio realizado por Jairo Navarrete, Doctor en Ingeniería Matemática de la Universidad de Chile.

El experto en didáctica de las matemáticas, expuso en la videoconferencia “Promoción del Pensamiento Matemático Utilizando Analogías y Juegos” que fue parte del V Coloquio de Educación Matemática 2021, organizado por el Instituto de Matemática, Física y Estadística y la Escuela de Pedagogía en Matemática y Estadística de la Facultad de Educación.

Según planteó Navarrete, las analogías se pueden aplicar para el desarrollo de artefactos educacionales, tales como actividades grupales y juegos de tablero que ayudan a promover los aprendizajes y estimular el pensamiento matemático temprano.

“Latinoamérica tiene un mal desempeño en matemáticas porque los jóvenes desarrollan “ansiedad matemática” que, no es otra cosa, que falta de confianza del estudiante en sus habilidades para aprender matemáticas y resolver problemas de esta materia”, sostuvo Navarrete.

El otro problema explicó el académico es la educación tradicional. “El 90 por ciento de los menores entre cuatro y seis años reciben una calidad de educación que es calificado de ‘mala calidad’ e ‘ineficiente’ y solo un 10 por ciento recibe una ‘buena calidad’ o ‘aceptable’. No hay en Chile ningún establecimiento que haya sido calificado como ‘excelente’”, detalló.

Frente a esta realidad, Navarrete propone cambiar las metodologías que actualmente componen el sistema de enseñanza preescolar. Uno de sus métodos es la utilización de analogías. “En los países donde hay un alto desempeño en matemáticas, como, por ejemplo, Japón y Hong Kong, los profesores hacen uso de analogías para explicar conceptos matemáticos”, mencionó el experto.

Explicó que “todos los humanos ocupamos a diario las analogías en nuestra comunicación. Habitualmente hacemos relaciones de semejanza entre cosas distintas. Ellas nos permiten transmitir información de una manera muy eficiente, son un mecanismo cognitivo que nuestra mente utiliza naturalmente”.

Al enseñar matemáticas, por ejemplo, “debemos enseñar a los niños y niñas a través de un dominio conocido por ellos. El más utilizado es el razonamiento espacial. En otras palabras, usamos la espacialidad como un trampolín para explicar aquello que se puede encontrar en los números”.