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En el marco del Mes de la Inclusión y la Diversidad organizada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles de UDLA, la Escuela de Educación Diferencial lideró la Jornada de Actualización y conversatorio en Educación Inclusiva.

La actividad, que contó con las palabras de Cecilia Peñafiel, Directora de la Escuela, tuvo como objetivo abordar temáticas relacionadas con las prácticas inclusivas y los desafíos en esta materia, retos en la formación de futuros profesionales de la educación como para aquellos docentes y directivos que se encuentran actualmente en las aulas.

Para esto, UDLA convocó a Gerardo Echeita, profesor del Departamento de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en Políticas sobre Educación Inclusiva y atención a la diversidad quien expuso la ponencia “Educación Inclusiva; de los análisis macro a la inclusión humanitaria”.

La Educación Inclusiva es una de las cuestiones complejas de este mundo y por lo tanto requiere profesiones complejas como las que dicta UDLA; perfiles mucho más complejos y no tan simples como los que muchos piensan. Requiere estar dispuesto a hacernos muchas preguntas y no siempre encontrar una respuesta”, comenzó explicando Echeita.

El expositor analizó la Educación Inclusiva desde cuatro ámbitos: social, ético-moral, educativo y jurídico. “Es importante entender que este desafío nos interpela a veces como ciudadanos y otras como educadores. Es así como podemos exigir y tomar posición, a partir del momento histórico que vive Chile, hacia dónde quieren avanzar como sociedad; en consonancia, debemos reflexionar qué escuela necesitamos para este proyecto de sociedad”.

Sobre el sistema educativo, Echeita afirmó que “es momento de innovar la escuela que tenemos, la cual por definición es excluyente. Es un espacio que no cuida lo suficiente las situaciones de participación y bienestar emocional; esa escuela no nos sirve para esta misión. Necesitamos crear una escuela extraordinaria, que logre superar, entre otras cosas, esa vieja dicotomía entre escuela normal y especial”.

Mientras tengamos esta escuela que seleccione a los niños, que deja entrar a la mayoría, pero se deshace de otros, para lograr homogenizar como si fuera una fábrica, nuestros sueños de educación inclusiva no se lograrán. Para alcanzar ese sueño, no podemos seguir con el principio de “la misma camiseta” de talla única para todo el alumnado”, explicó.

En esa línea, agregó que “los estudiantes son diversos, son distintos en capacidades, en estilos de aprendizaje, en formas de conocimiento, identidad, en estilos y ganas de aprender. Ante ese escenario, no podemos seguir pensando en enseñarles, entregarles materiales y hablarles de la misma forma. Debemos cambiar lo común por lo diverso y personalizado”.