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La Dirección de Egresados y Empleabilidad convocó a egresadas y estudiantes de todas las facultades de nuestra casa de estudios a participar de la charla de independencia financiera femenina, la que tuvo como fin conocer algunos factores que afectan a este tema y cómo hacer para continuar con un nivel y calidad de vida después de jubilar.

Las palabras de Patricia Pinto, Directora de la Dirección, dieron paso a la ponencia central de la jornada la que estuvo a cargo de Verónica Stein, ingeniera comercial de la Universidad de Chile y actual Midoffice en DVA Capital, empresa dedicada al diseño de estrategias de inversión.

La profesional comenzó explicando que, si bien “muchos piensan que la independencia financiera es ser millonario, la verdad es que no es así. El objetivo de ser independiente económicamente es mantener un nivel de vida constante a través de toda la vida. Es decir, que en el minuto en que nos retiramos del trabajo, podamos seguir viviendo de la misma forma que lo habíamos hecho con anterioridad”.

Sobre los motivos de la relevancia de conversar este tema enfocado en el género femenino, Stein apuntó que “a los 50 años, el 47% de las mujeres quedan a cargo de sus hogares o familias, ya sea por separación, divorcio o viudez. Eso, se suma a que 7 de cada 10 mujeres de la tercera edad viven en pobreza y solo el 20% son financieramente independiente”.

Dentro de los factores comunes que tiene este porcentaje de la comunidad femenina son: edad de jubilación, lagunas laborales y esperanza de vida: “Nosotras jubilamos cinco años antes que los hombres, generalmente tenemos lagunas laborales de cinco años y vivimos alrededor de los 90 años, cinco más que ellos”.

Ante este escenario, la profesional explica que una de las opciones que pueden tomar las mujeres es invertir en renta variables, esto quiere decir “generar un ingreso pasivo, convirtiéndonos en socios de compañías que generar utilidades a través de sus negocios”.

Para aprovechar el poder de los ahorros, Stein apunta que es importante “invertir los ahorros, dejar que la plata trabaje por ti y ser disciplinadas. Si, por ejemplo, invertimos un millón de pesos al año por 40 años y lo hacemos de forma disciplina y sabiendo en qué momento invertir, el retorno puede ser de 306 millones”.

Algunas de las soluciones planteadas por la especialista es aumentar la edad de jubilación de las mujeres. “Los 60 de ahora, son muy distintos a los 60 de años atrás. Creo que a las personas que estamos por cumplir esa edad nos queda mucho tiempo, por lo que vale la pena hacer ese esfuerzo y trabajar hasta los 65 por lo menos. ¿Qué generamos con esto? Aumentar bastante nuestro ahorro total”, afirmó.

“Lo más importante en este tiempo, es que cada año adicional que nosotros trabajamos, tiene un impacto doble: por una parte, estamos ganando un salario y por otro, tenemos un año menos que pagar después. De los 77 millones, obtenidos hasta los 60 años, podemos llegar a los 120 si trabajamos cinco años más”, cerró.