Debido a su vasta experiencia en el área de la salud de nuestro país, el Decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales, Osvaldo Artaza, fue invitado por Health Systems Global de la Health Policy and Systems Research (HPSR) a participar del conversatorio internacional “¿Quién gobierna los sistemas de salud en entornos frágiles y afectados por conflictos? Lecciones aprendidas sobre la factorización eficaz de la dinámica política para lograr la cobertura universal de salud”.

El seminario web, que contó con especialistas de varias partes del mundo, tuvo como objetivo proporcionar una descripción general de una amplia gama de mecanismos implementados para reducir la fragmentación de la gobernanza de los sistemas de salud y desglosar su efectividad comparativa o, al menos, identificar los factores propicios que conducen al progreso.

Además, la sesión exploró tanto la economía política detrás de la fragmentación del sistema de salud, como las oportunidades para prevenirla al involucrar a las fuerzas políticas junto con las soluciones técnicas.

Osvaldo Artaza expuso la ponencia “Gobernanza de los sistemas de salud en Chile”, donde comenzó explicando el contexto del área médica en nuestro país: “En Chile existen 18 millones de habitantes, donde el 8% de la población está en situación de pobreza. En ese contexto, existe un alto ingreso per cápita, pero concentrado en un pequeño segmento de la población. Sobre el gasto público, actualmente equivale a un 4,2% del PIB”.

Sobre la inequidad que existe en nuestro país, Artaza explicó que “Chile, tiene un sistema de salud totalmente segmentado, en el que las personas de altos ingresos están aseguradas a través de seguros médicos y accesos a proveedores privados. Mientras que sobre el 80% de la población restante, solo tiene acceso limitado y fragmentado a los servicios públicos”.

Para explicar los inicios de esta problemática, la autoridad de UDLA fue hasta 1980: “La dictadura militar fragmentó el Sistema Nacional de Salud en 29 servicios descentralizados, la atención primaria pasó a los municipios, y se crearon seguros privados desarrollando fuertemente los servicios de estos. Después de la recuperación de la democracia en 1990, no fue posible integrar el sistema de salud porque la constitución de 1980 estableció la libertad de elegir entre lo público y lo privado y porque las fuerzas políticas fueron incapaces de consensuar una transformación estructural que integrara el sistema sanitario”.

El cierre de la ponencia de Artaza mostró esperanza a partir de lo sucedido en octubre del 2019. “En octubre de ese año, la ciudadanía generó una crisis social y política de dimensiones sin precedentes. Fue una revuelta social que solo se vio interrumpida por la pandemia. Esta crisis obligó a establecer un pacto político que genero espacios para una nueva Constitución; proceso sin precedentes en la cual el tema de la salud universal es uno de los ejes centrales”.