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Los seguros tienen gran importancia en nuestra sociedad, ya que, no solo son vitales para el comercio y empresas, sino también para las personas, pues permiten trasladar a una aseguradora el riesgo de padecer una contingencia adversa como, por ejemplo, el diagnóstico de un cáncer, un accidente de tránsito o sufrir un incendio.

Al respecto, la académica de la Escuela de Derecho de Sede Concepción, Carolina Bardisa, explica la importancia de asegurarse y aclara algunos aspectos sobre el proceso, entre los cuales se encuentran: conocer el monto de la prima que se debe pagar a la aseguradora por asumir el riesgo y saber lo que se quiere cubrir, revisando cuáles son las exclusiones de cobertura indicadas en la póliza.

Bardisa, también afirma que “es de suma importancia tener claro el monto máximo que cubrirá la aseguradora en caso de ocurrir el siniestro, y el monto del deducible, que corresponde a la cantidad que debe cubrir el propio asegurado, dado que para que la compañía indemnice, el monto de los daños que genera el siniestro debe ser superior al monto de dicho deducible. Es fundamental que el asegurado guarde la documentación necesaria para acreditar los daños como, por ejemplo, bonos, pagos de exámenes, boletas y facturas”.

“Siempre debe existir la buena fe, tanto de la compañía aseguradora como del asegurado. Por ello, al momento de contratar un seguro, se debe responder fielmente lo consultado por el garante, pues en el caso de los seguros de salud existen las llamadas preexistencias no declaradas que pueden liberar a la aseguradora de indemnizar los perjuicios. Según el artículo 591 del Código de Comercio estas son aquellas enfermedades, dolencias o situaciones de salud diagnosticadas o conocidas por el asegurado o por quien contrata en su favor, no informadas”, agrega.

Asimismo, la profesional detalla que el artículo 543 del Código de Comercio dice que las causas donde se ven asuntos de seguros serán resueltas por la justicia ordinaria o tribunal arbitral, pero también los tribunales superiores pueden admitir y fallar recursos de protección en casos donde los asegurados consideran afectados derechos constitucionales, como el de propiedad; y los juzgados de policía local pueden sentenciar cuando el afectado invoca infracción a la Ley de Protección al Consumidor. 

Finalmente, la académica comenta que es recomendable no olvidar las oportunidades de reclamos y consultas, las facultades de nuestra Comisión para el Mercado Financiero y el diálogo con su aseguradora o con el liquidador del siniestro, ya que pueden permitir resolver el problema de una manera más rápida y económica, sin tener que llegar a un juicio. Sin embargo, frente a la negativa de reembolso de su aseguradora es recomendable pedir asistencia jurídica para evitar prolongar una situación compleja.