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Tras egresar de la carrera de Pedagogía en Educación Física del Campus Maipú en el 2011, Alfonso Berríos, se enfocó en su trabajo como jefe del Departamento Deportivo del colegio Alberto Widmer de la comuna de Maipú y en sus estudios de Magíster en Gestión Deportiva y en Liderazgo Educacional.

Además, lidera el equipo de profesionales que anualmente acompañan a Selección chilena de Fútbol de Barrio en el campeonato Miami Cup, realizado en Estados Unidos.

¿Cómo comienza tu relación con este tipo de torneo?

Hace varios años trabajo con la World Soccer Foundation, quienes todos los años se encargan de realizar torneos de fútbol tanto en Estados Unidos como en España con niños de estrato social bajo y con problemas de reinserción social, con el objetivo de buscar la unión de los pueblos y conocer nuevas culturas a través del fútbol.

¿Cómo se logra el financiamiento de este proyecto?

Antes de los torneos, como equipo de trabajo, presentamos este proyecto a diferentes municipalidades y empresas privadas con el fin de que estas instituciones sean las que entreguen las becas para que los niños puedan viajar y representar a Chile. Hasta el momento, hemos llevado a más de 500 jugadores becados, desde Arica hasta Puerto Aysén.

Además de la buena experiencia, este año se coronaron campeones en la serie Sub 16.

Nos fue bastante bien. En esta oportunidad nuestra delegación incluyó jugadores desde la categoría Sub 12 hasta la Sub 21, siendo la 16 la que se coronó campeón. Eso nos da la oportunidad de asistir el próximo año a España a jugar la Madrid Cup.

¿Cuál es la relevancia que le das al deporte en la búsqueda de la reinserción de niños y adolescentes?

El deporte es un motor de desarrollo social muy importante. Con este tipo de actividades, los chicos viajan, conocen otro tipo de actividades y generan otras expectativas de vida, puesto que observan un mundo distinto al que están acostumbrados a vivir diariamente.

Darle la oportunidad a niños de un estrato social bajo para que puedan viajar y conocer el mundo, me da una alegría tremenda como profesional. Cerca del 85% de los niños que viajaron este año a Estados Unidos nunca habían viajado en avión, por lo que es una felicidad enorme saber que uno le está entregando, a través de un proyecto social, la posibilidad de que conozcan otras cosas y sepan que sus sueños sí se pueden lograr, pero todo debe estar acompañado del esfuerzo, estudios y dedicación.

En esta edición, hay tres niños, dos de Antofagasta y uno de Santiago, que destacaron por su juego y llamaron la atención de las universidades de Estados Unidos,  quienes le ofrecieron becas de estudios. Los tres tienen que volver el próximo año a Miami para realizar una prueba de inglés básico.

¿Cómo te ayudó el enfoque comunitario que tiene UDLA en tu carrera?

Mucho. Soy un egresado muy agradecido de la formación que tuve en UDLA, en especial del trabajo que hicieron los docentes y académicos quienes fueron fundamentales en mi proceso de desarrollo como profesional. El enfoque comunitario que tiene UDLA es fantástico, incluso el Campus Maipú, a través del Director de Carrera, Patricio Vásquez, nos apoyaron con indumentaria de la Universidad para que todos los niños pudiesen viajar uniformados a Estados Unidos.