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Profesionales, docentes y estudiantes fueron convocados por la Escuela de Agronomía y la empresa Diagnofruit para participar del taller “Bases para un manejo fitosanitario eficiente del Cerezo, temporada 2021-2022″, el cual se realizó durante cuatro jornadas vía online.

“Como Facultad nos complace recibir a los asistentes y aportar, a través de este evento, al mejoramiento continuo y profundización de los conocimientos que sin duda permitirán enriquecer la labor y el desempeño profesional”, explicó la Decana de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía, Lorena Jofré.

Sabiendo que nuestro país representa cerca del 5% de la producción mundial de cerezas, UDLA invitó a destacados especialistas a revisar y analizar los avances sobre las problemáticas fitopatológicas más importantes que afectan a los huertos de cerezos hoy en Chile.

Uno de los expositores fue Héctor García, co-fundador de Diagnosfruit, quien comenzó su ponencia con la relevancia del estrés en la plantación. De acuerdo a sus palabras, estrés es el factor externo que ejerce una influencia negativa (que genera desventajas) sobre las distintas especies vegetales.

Tras explicar el estrés biótico y abiótico, el profesional desarrolló el último tipo afirmando que “es unos de los principales responsables de la pérdida significativa de producción y la reducción de la calidad de la mayoría de los frutales (…) Se genera a partir de los efectos climáticos, el efecto del suelo como la contaminación, y los manejos de los profesionales”.

Sobre el último punto, García ahondó en el clima, señalando que “está la temperatura, radicación y eventos climáticos anómalos. Varias especies sufrieron con la inusual lluvia que tuvimos en enero, por ejemplo”, mientras que con respecto al suelo agregó que “la humedad es un factor crítico porque si estamos frente a una sequía o una inundación, genera los mismos problemas porque marchitan la planta y la terminan matando”.

El cambio climático es un tema transversal en la producción de frutas y verduras. Con respecto a los cerezos, el profesional manifestó que “los sistemas de monitoreo nos dicen que los últimos 10 años han generado un impacto tremendo en el desarrollo de la fruta. Como profesionales debemos estar atentos para buscar herramientas que nos permitan ayudar a nuestras plantaciones a soslayar esta problemática”.

A partir de diferentes estudios, García sostuvo que “las temporadas en Chile de los próximos años serán más secas y cálidas. En ese escenario también se presentarán diferentes olas de calor, las cuales se definen como tres días consecutivos con temperaturas máximas que superan el percentil 90 de las temperaturas diarias. Una de las últimas, en abril, nos generó un cambio importante en la sintonía que tenemos con la fruta”.