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En marco del Día Internacional de la Lucha contra la Sequía y la Desertificación, fecha que busca concientizar acerca de las iniciativas para combatir estos fenómenos, Codexverde junto a la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía de la Universidad de Las Américas , organizaron un seminario online, donde se abordaron distintas innovaciones para la eficiencia hídrica en el sector agrícola. Esto considerando que, según la Mesa Nacional de Agua, la producción agrícola consume un 72% de los recursos hídricos de Chile, siendo, el sector que más consume, superando al minero y al residencial.

El webinar inició con la bienvenida de Lorena Jofré, decana de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía, y Waldo Lobos, director de Codexverde y mediador del evento. A modo de introducción, Jofré señaló que, “esta actividad nace por la importancia, dentro de la facultad y de la escuela, en debatir y conversar sobre los desafíos de la agricultura en Chile, y por supuesto, en dar a conocer todos los avances y las tendencias en este tema tan importante como es la optimización del uso del agua, considerando el difícil escenario en que hoy en día enfrentamos como país con respecto a la sequia y el cambio climático”.ar

El evento inició con la presentación de María Constanza Barros, ingeniera agrónoma de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y líder del Desafío de Eficiencia Hídrica y Cambio Climático de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). En su presentación, trató las “Innovaciones en eficiencia hídrica para el sector agrícola”.

Respecto a las iniciativas en gestión de recursos hídricos llevadas a cabo con apoyo de FIA, la expositora mostró CaptaHydro, proyecto de un joven emprendedor que consiste en el desarrollo de un sistema modular de medición y control de caudales en canales artificiales. “Es una innovación que contribuye a gestionar de mejor forma y a medir el recurso hídrico que estamos utilizando para el riego de cultivos” dijo Barros.

El segundo expositor fue Felipe Arévalo, ingeniero civil bioquímico de la Universidad Católica de Valparaíso y actual subgerente de Sanitarias y Agroindustria de VIGAflow, con el tema “Manejo de agua de riego”.

Sobre esto, Arévalo indicó que “uno de los puntos más importantes a la hora de definir un proyecto de riego, son las fuentes de captación. Las más utilizadas son las aguas superficiales (río, canales, lagos, entre otras) y las de pozo y punteras. Sin embargo, las aguas superficiales, según el experto, presentan una mayor variabilidad de calidad, sobre todo, en la turbiedad, y, también, una menor disponibilidad, por los derechos de las mismas. Por otro lado, en cuanto a las aguas de pozo, debido a la filtración del suelo, se elimina gran parte de la turbiedad asociada, pero dependiendo de la profundidad aparecen diferentes especies para las que también se deben generar el tratamiento con el fin de incorporarlas en el agua de riego”

En el mismo contexto, el profesional añadió que “existen otras fuentes de captación de agua que son utilizadas en el mundo, como las efluentes de las plantas de tratamiento de aguas servidas. Actualmente en nuestro país existe la tecnología para tratar la parte orgánica e inorgánica de estos efluentes. Sin embargo, a Chile todavía le falta maduración para explorar alternativas hídricas desde el punto de vista legislativo”.

Para finalizar, Javier Oyarzún, ingeniero de negocios de Simtech, presentó el tema: “Usos de la osmosis inversa en la agricultura de Chile, aplicaciones actuales”, donde detalló algunos de los principales contaminantes en aguas superficiales y de pozo que se pueden encontrar en la zona central, sur y norte; respecto a los contaminantes más usuales en la zona central se encuentra arsénico, sulfatos, nitratos, salinidad, hierro, entre otros. Estos contaminantes, especialmente la salinidad, puede afectar a la agricultura. Sobre esto, Oyarzún comentó que, “los iones cloruros y sodio, crean un efecto que se llama fitotoxicidad, por eso es muy importante controlar estas concentraciones en el agua, para mejorar los rendimientos de los cultivos”.                                                                                                                                                                        

Cabe señalar que, la diferencia entre un problema de salinidad y un problema de toxicidad es que esta última ocurre dentro de la propia planta, como resultado de la acumulación de un ion específico en las hojas, tales como cloruros, sodio y boro. Frente a esto, Oyarzún sostuvo que, “como solución tenemos la desalación a través de osmosis inversa la que puede alcanzar niveles óptimos de estos tipos de ion y así maximizar el crecimiento y rendimiento de los cultivos”.