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Académicos, estudiantes y profesionales del área de la traducción e interpretación en inglés, se reunieron en el conversatorio organizado por UDLA y que abordó la importancia del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile (COTICH) en el desarrollo de la profesión.

En la oportunidad expuso Cristián Araya, miembro del directorio de la entidad, quien explicó que el COTICH, fundado en 1991, es miembro de la Federación Internacional de Traductores (FIT) y que su objetivo es proteger los intereses y regularizar el ejercicio de la profesión, impulsar y proveer perfeccionamiento a sus asociados; contribuir en forma efectiva al desarrollo cultural, económico y social del país, y promover una mayor visibilidad de los traductores e intérpretes.

Araya explicó a los asistentes que afiliarse a COTICH es “una oportunidad para participar e intercambiar experiencias con traductores e intérpretes profesionales de todo el país, acreditar su calificación profesional, aportar nuevas oportunidades de trabajo, acceder a diccionarios y glosarios del Colegio, mantenerse informado sobre diversas actividades y temas relacionados con la profesión y aprovechar los convenios con diferentes instituciones”.

Con respecto al Código de Ética que los rige, Araya detalló que existen tres principios fundamentales: la neutralidad se define como la no inclinación hacia una de las partes implicadas en el acto comunicativo; la confidencialidad hace referencia al secreto profesional y, sobre todo en la interpretación, al derecho a la intimidad de las personas; y la fidelidad que hace referencia a la obligación del asociado de transmitir todo lo expresado, procurando no añadir, omitir ni adulterar el mensaje original.

El expositor también se refirió a cuanto ha afectado la pandemia al desarrollo de la profesión. Al respecto dijo que “en el caso de los traductores no ha sido tan drástico el cambio, porque nosotros ya veníamos trabajando en los últimos años básicamente a través del correo electrónico, contacto telefónico, entonces no ha sido un gran cambio lo que ha provocado la pandemia en el ámbito de la traducción. Donde si la presencialidad ha afectado es el ámbito de la interpretación, y ahí si se han tenido que hacer ajustes grandes; los intérpretes han tenido que aprender a realizar su trabajo mediante plataformas que permiten ser intermediarios de las dos partes que no comparten el mismo idioma y eso ha sido todo un desafío”.