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La instancia organizada por la Facultad de Salud y Ciencias Sociales y el Programa de Intervención Comunitaria, tuvo como finalidad abrir un espacio para la discusión conceptual de experiencias económicas solidarias, a partir del intercambio de vivencias y la conversación sobre su significado.

Tras las palabras inaugurales del Decano de la Facultad, Osvaldo Artaza, quien afirmó que “lo central de todo esto debería ser humano y la economía solamente un medio para el bienestar de este”, tomó la palabra Fernanda González, miembro de la Escuela Cooperativa Permacultura, espacio autogestionado de trabajo y educación basado en la permacultura, un sistema de principios ecológicos que propone una organización social, agrícola, política y económica, para crear redes de producción, apoyo, distribución y difusión, a través de la Producción Cooperativa.

“Hace tres años construimos este espacio comunitario y le pusimos “Escuela” con el objetivo de resignificar lo que entendemos por educación. Para nosotros este camino de autogestión que hemos decidido tomar es un camino del aprender haciendo, de las prácticas colectivas y de educación sin diferencias etarias. Nuestra propuesta como comunidad es solucionar las necesidades de las personas de forma comunitaria y cooperativa a través del apoyo mutuo”, manifestó.

Con respecto a la permacultura en particular, González sostuvo que se divide en áreas de trabajo como salud, educación y cultura, construcción de espacios, tecnología y economías comunitarias: “La idea es hacerse cargo de las problemáticas de la ciudadanía por áreas. Por ejemplo, tenemos un grupo de salud de vecinos que comenzó con las jornadas abiertas a la comunidad las cuales derivaron en la botica de la Escuela”.

Para hablar de la economía en el sentido más específico, habló Gerardo Wijnant, ingeniero civil industrial y Presidente de la Asociación para el Fomento de la Economía del Bien Común (EBC), quien fue enfático en sostener que “hay que remontarse al origen del concepto de economía, el cual ha sido tan distorsionado en los últimos años. La economía etimológicamente viene de gestión de una casa y por lo tanto, uno siempre busca el bienestar de las personas que viven dentro de ese lugar. No deberíamos hablar de bien común porque la economía ya debería serlo, pero algunas personas nos han tratado de convencer que la economía es la maximización de utilidades y la búsqueda de ganancias”.  

En esa misma línea, Pablo Saravia, Doctor en Sociología de la Universidad de Granada, España e investigador del Observatorio de Participación Social y Territorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Playa Ancha, agregó que “en la naturaleza del neoliberalismo está el sentido de la extracción de la vida, mientras que las economías populares o de la vida, ponen en el centro de la cuestión económica la vida”.