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En este tiempo de crisis sanitaria a causa de la pandemia por COVID-19, el cuidado de la salud mental de las personas es prioritario. Por ello, muchos profesionales de la psicología han adaptado sus consultas presenciales a atenciones a distancia para dar continuidad a las terapias de sus pacientes de forma virtual durante el periodo de confinamiento y atender nuevos requerimientos de contención psicológica.

Claudio Reyes, académico de la Escuela de Psicología de la Sede Viña del Mar y coordinador del Centro de Atención Psicosocial (CAPS), comenta que en estos días uno de los servicios más demandados en telemedicina es la atención psicológica, tanto de personas que ya recibían terapia como de otras que han visto afectado su bienestar emocional en estos momentos de incertidumbre y angustia por la crisis por Coronavirus.

Desde que aparecieron los primeros casos de COVID-19 en Chile, muchas personas sintieron que sus proyectos para el año se vieron coartados. Este contexto emocional empeora aún más al no saber cuándo terminará el aislamiento, la pérdida de ingresos económicos, el miedo a la enfermedad o a la muerte, la dificultad del encierro. La pandemia es tan inusual, que la demanda de atención psicológica online ha aumentado y también los motivos de atención se han modificado por el encierro”, expresa el profesional.

Reyes detalla que una de las emociones que se ha presentado con mayor frecuencia en las personas es la angustia, afectando la calidad de vida y produciendo una diversidad de síntomas que hacen a los pacientes solicitar atención: depresión, problemas de pareja e intimidad, trastornos de ansiedad, agravamientos de cuadros psicopatológicos preexistentes, miedo, irritabilidad, trastornos del sueño, trastornos de consumo de alcohol y drogas, pensamientos catastróficos, entre otros.

La terapia online nos permite cuidar la salud mental de las personas mientras dure el confinamiento y, en consecuencia, que los pacientes no corten sus procesos psicoterapéuticos radicalmente, pues en la mayoría de los casos el proceso es muy importante para ellos. Si bien, la terapia en un espacio físico es una instancia indispensable, al ser un encuentro paciente- terapeuta en la que hay silencios, ritmos y climas afectivos que quizás en una videollamada no se hacen tan perceptibles, la telepsicología nos ayuda bastante en este contexto de pandemia y es una alternativa válida para continuar tratamientos”, dice el psicólogo, quien aclara que la continuidad de sesiones con el especialista de forma virtual debe evaluarse caso a caso en cada paciente, pues en algunos casos graves de salud mental es indispensable la atención ambulatoria presencial, sobre todo si va acompañada de dispositivos de especialización psiquiátrica.

El académico indica que antes de acceder a una consulta en forma virtual, el terapeuta y el paciente deben evaluar esta opción y su justificación en contexto de pandemia, teniendo en cuenta la condición o gravedad del usuario para realizar el tratamiento más idóneo. Luego de establecido ello, ambos deben asegurarse de tener la capacidad tecnológica adecuada para realizar las sesiones por esta vía, considerando posibles dificultades de conexión y el tiempo que requiera resolverla si se presentan. Muy relevante también es asegurarse que tanto el psicólogo como el paciente cuenten con un espacio de confianza, cómodo y privado para la sesión, con el fin de no ser interrumpidos y que la conexión no se realice en dispositivos de acceso público.

En este escenario de incertidumbre es normal experimentar sensación de angustia, pero sus efectos emocionales como la depresión, irritabilidad, ansiedad, problemas de sueño, eróticos, consumo de drogas e incluso ideaciones suicidas, si no son abordables para el paciente, se considera necesaria una consulta urgente con especialista. Si algún paciente se siente desbordado emocionalmente y no puede resolver ese estado por sí solo, se sugiere consulta de salud mental urgente”, concluyó el psicólogo.