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Evelyn Rodríguez, egresada de Sede Viña del Mar, supo desde pequeña que su vocación estaba en el área de la salud. Con el tiempo decidió estudiar Nutrición y Dietética y hoy asegura que su profesión la hace realmente feliz, sobre todo al ver que puede ayudar a muchas personas a llevar una vida más saludable a través de la alimentación.


Actualmente trabaja en el Hospital San Martín de Quillota, en las unidades de Paciente Crítico, Tratamientos Intermedios y en el Servicio de Medicina, donde a diario entrega lo mejor de sí para la atención de pacientes con COVID-19.

¿Cómo ha sido trabajar durante una emergencia sanitaria como esta?

Ha sido novedoso, desafiante, triste y agotador. La primera línea ha sido un honor. Los nutricionistas somos indispensables en esta labor contra el COVID-19 para la recuperación de los pacientes contagiados. He llorado junto a ellos. Es muy triste escuchar que piensan que van a morir, que extrañan a su familia, que quieren irse a casa. Trato de darles palabras de aliento para que no decaigan, les digo que no están solos, que todos estamos ayudándolos en su lucha. En pacientes conectados a ventilación mecánica, aunque estén dormidos, igual les hablo; les digo quien soy y que tengan mucha fuerza, que les queda mucho por vivir, que luchen.

¿Cómo han vivido los trabajadores de la primera línea del hospital esta pandemia?

Al principio, el tener un gran desconocimiento de cómo se comportaría el virus, hubo mucho miedo entre los trabajadores. Con los días uno se empieza a acostumbrar y como llegaban más pacientes COVID positivo, teníamos que armarnos de valor y hacer lo posible para que salieran adelante, tomando todas las precauciones necesarias. Desde ese momento se vio mucho compañerismo. Hoy ya se nota un desgaste emocional y físico por la sobrecarga laboral que ha habido estos meses, los turnos de muchas horas, trabajadores tristes por no llegar a sus casas y quedarse en residencias para personal de salud.

¿Qué ha sido lo más difícil de tu labor durante estos meses y lo más reconfortante?

 

Lo más triste ha sido ver a pacientes a los que les tomaste cariño, empeorando y sin un buen pronóstico. También ha sido difícil sentir miedo a contagiarse y llegar a casa y no poder besar a mi hijo que tiene 6 años. Lo más reconfortante ha sido cuando los pacientes te agradecen lo que haces por ellos, ver cuando salen de la UCI y más aún cuando ya se van de alta. Me da una felicidad enorme verlos recuperados y sentir que uno ayudó en ello.

¿Cuál es el rol del nutricionista en pacientes COVID?

El rol de los nutricionistas es muy importante, pues debido a los tratamientos y procedimientos terapéuticos, los pacientes pueden sufrir ciertas complicaciones nutricionales, disminuyen su peso corporal y su masa muscular rápidamente, por lo que la nutrición es primordial para una recuperación adecuada. A pacientes conectados a ventilación mecánica, debido a lo invasiva que es, no se puede entregar una alimentación oral, sino que a través de un soporte nutricional parenteral o enteral. Los nutricionistas somos los encargados de evaluar al paciente para determinar las necesidades de cada uno y proveer los nutrientes necesarios para resguardar su estado nutricional.

¿De tus aprendizajes en UDLA, qué es lo principal que te ha servido para tu labor?

La Universidad me entregó las herramientas necesarias para desarrollarme como profesional y las asignaturas cursadas fueron de gran importancia para mi comienzo. En UDLA aprendí a desarrollar mi personalidad, a desenvolverme, adquirir confianza, ser capaz de solucionar problemas, a trabajar en equipo y tener la suficiente motivación para seguir perfeccionándome.

¿Qué mensaje entregarías a la comunidad para que siga cuidándose?

El llamado es a mantenerse firme, respetando las medidas solicitadas por las autoridades, solo así lograremos disminuir los contagios mientras no exista una vacuna efectiva. Esta pandemia puso en evidencia que muchas personas tienen factores de riesgo asociados a enfermedades crónicas, cuyo origen en gran medida se debe a una mala alimentación, por lo que hay que mantenerse en una buena condición nutricional.