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Los profesores investigadores de UDLA, Leslie Landaeta Díaz y Gabriel González Medina, a través del Proyecto Multicéntrico “Ansiedad, anhedonia y patrón de consumo de alimentos durante la cuarentena por COVID-19”, colaboraron en  la edición de Boletín 10 para la FAO “Sistemas alimentarios y COVID-19 en América Latina y el Caribe: Hábitos de consumo de alimentos y malnutrición”.

El documento aborda el impacto que ha tenido la enfermedad en la alimentación de la comunidad, entrega experiencias relevantes en la región y realiza una serie de recomendaciones para garantizar una alimentación saludable en ti empos de COVID-19.

Este boletín es bastante relevante porque es construido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y tienen un impacto importante como mensaje educativo y como fotografía de lo que está pasando en la contingencia internacional a raíz de la emergencia sanitaria con el COVID-19”, apuntó Leslie Landaeta.

De acuerdo a palabras de González, el proyecto de UDLA “estudió variables que estaban relacionadas con las características sociodemográficas de las personas de 11 países y cómo era la alimentación que habían tenido estas comunidades durante los primeros meses de la cuarentena. También, tomó en consideración el tiempo que llevaban en aislamiento y si habían tenido o no la enfermedad. Todo eso, lo asociamos a distintas características psicológicas, siendo la más importante, la ansiedad, puesto que hemos visto que el encierro de la cuarentena va asociado a los hábitos alimentarios y a las preferencias de la gente en este ámbito. Más allá de dejarlo en una simple conversación, nos interesaba analizarlos desde el ámbito científico y encontrar datos que nos permitieran apoyar la hipótesis que el COVID-19 no solo afecta en término de contagio, sino que también la parte psicológica (salud mental) y de salud alimentaria”.

En este sentido, los resultados preliminares de este estudio, que abarcó un total de 10 mil 566 respuestas de 11 países participantes, muestran que los patrones del consumo de ciertos alimentos se han modificado, por ejemplo, con un aumento del consumo de frituras y alimentos procesados, además del aumento en el tamaño de las porciones de los alimentos en el 30% de la población estudiada y cambios en el tipo de alimentos consumidos que abarca al 50,4% de la población.

Otros datos revelan un aumento de la percepción del peso corporal en el 38,5% de la muestra. Además, el estudio quiso observar si las percepciones se asociaban a la ansiedad y anhedonia tanto en países latinoamericanos como en España, es así como el 67,3% y el 66,1% de la muestra que se encuentran en el cuartil más alto para síntomas de ansiedad y anhedonia respectivamente, percibe aumento del peso corporal (p<0.01). 

Sobre la participación del proyecto como material de trabajo en el boletín, los investigadores se mostraron muy honrados. Landaeta afirmó que “esta es una oportunidad para resaltar la seriedad del trabajo que estamos haciendo con Gabriel bajo el alero de UDLA”, mientras que González, apuntó que “esta instancia también sirvió para generar redes de colaboración con investigadores de distintos países que ya están generando frutos. Es importante para la Universidad estar en contacto con profesionales que están publicando investigaciones a nivel internacional”.