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En la actualidad, Yazmín Torrealba no solamente se luce como estudiante de la carrera de Técnico en Actividad Física y Deporte en UDLA, sino también como madre, seleccionada nacional, referente del fútbol femenino en Chile y una de las artilleras más efectivas del campeonato nacional. Solo en el torneo 2019, la delantera de Palestino, que ahora fichó oficialmente con Colo-Colo, alcanzó un récord al convertir 28 goles.

Como una pasión desbordante, “Yaz”, como la conocen sus cercanos, define su conexión con el fútbol, un deporte que practica desde los 11 años y que la ha llevado a vestir las camisetas de Universidad Católica, Santiago Morning, Universidad de Chile y Palestino.

La rutina de la goleadora, que incluye entrenamientos, estudios y su rol de madre, representa un verdadero desafío según sus propias palabras. Martín, su hijo de ocho años, es su fanático número uno, y la presencia de él en su vida es su principal motivación.

Mi hijo ha sido trascendental en mi vida, está muy orgulloso de lo que estoy haciendo. A todo el mundo le cuenta que su mamá es seleccionada nacional, me visita en los entrenamientos y me acompaña a los partidos e incluso ha viajado con la selección y Palestino”, apuntó la joven.

Además de cumplir su sueño al interior del campo de juego, Yazmín Torrealba tiene como objetivo terminar la carrera de Técnico en Actividad Física y Deporte en UDLA. Su propósito es, una vez finalizada su carrera como futbolista, aportar a la formación de futuros deportistas y al crecimiento del deporte nacional.

En ese escenario, la delantera reconoce que el apoyo que le ha transmitido UDLA ha sido fundamental para poder alcanzar el equilibrio entre su vida personal, académica y deportiva.

“La Universidad me ha entregado una formación completa en las áreas teóricas y prácticas, pero lo que más valoro es que apoyan completamente a los deportistas. Las autoridades son personas conscientes del esfuerzo que hacemos para competir y rendir académicamente. La verdad es que aprecio mucho todo el apoyo que me han entregado para poder seguir por este camino”, explicó.

Debido a su propia experiencia, la estudiante de UDLA manifiesta que el deporte no debe ser visto solamente como un pasatiempo o una profesión, sino como un vehículo capaz de transformar vidas y realidades.

Yo vengo de una familia humilde y mi contacto con el fútbol me permitió vivir de lo que amo, mantener a mi hijo y estudiar una carrera universitaria. Pero además me enseñó valores como la disciplina, la importancia del autocuidado, el respeto por distintos tipos de personas, aprender a lidiar con la frustración y con el éxito. Por ello, pienso que debemos avanzar y ver al deporte como una herramienta de desarrollo social y un eje fundamental para la formación”, indicó.